30 cosas que hacer a los 30
- María Gómez

- 2 sept
- 8 Min. de lectura
Los 30 para mí fueron una época de crecimiento personal enorme. Se supone que evolucionas de ser adolescente a ser un adulto totalmente funcional, y la vida cambia mucho y muy rápido. Lo mejor es que llegar a los 30 es fantástico, pero todavía quedan muchas cosas por hacer. Pienso en estos primeros 30 años de mi vida y han sido una completa locura llena de emociones, aventuras, sentimientos y experiencias nuevas. Aún hoy sigo aprendiendo mucho sobre mí misma porque nunca me dejé llevar por los cánones estipulados para cada edad. Siempre tuve clara una cosa: yo elegí mi propio camino.
Hoy quiero compartir 30 cosas que he hecho a mis 30 años y que me hacen sentirme un adulto funcional:
Aprendí a cocinar. Suena obvio, ¿verdad? Pero dejar de alimentarme a base de platos de pasta, platos precocinados o cualquier cosa, cambió mi vida. La mayoría de la gente, cuando vive sola por primera vez, tiene una dieta vergonzosa, y es normal, pero no seas de esos, prueba cosas nuevas y no tengas miedo de probar recetas. ¡Cocinar es divertidísimo!
Abrí una cuenta de ahorros. Ahorra, aunque sea poco, nunca sabes cuando puedes necesitar algo de dinero extra. Abre una cuenta de ahorros si aún no tienes una. Ahorrar es otra forma de ser un adulto responsable. Crear un presupuesto realista con todos tus gastos y valora que parte puedes ahorrar.
Paso más tiempo en familia. La relación con la familia cambia mucho después de la adolescencia. Siempre me habían dicho que empiezas a apreciar lo que hacen tus padres cuando te conviertes en uno pero no hace falta esperar a eso. Muestra gratitud y disfruta de cómo maduran las relaciones familiares.
Acepto mi cuerpo. Ahora seguramente empieces a ver los cambios, pero la única manera de ser libre es aceptar tu cuerpo. Acepta tus defectos y los cambios, conócete a fondo y aprende a amar tu cuerpo tal cómo es porque lo que dicen es cierto, nunca vas a ser más joven de lo que eres ahora.
Establecí una rutina diaria del cuidado de la piel. Prevenir lo que está por llegar siempre es un acierto. Si quieres que tu piel luzca lo más joven posible, empieza pronto. Aunque solo sea asegurarte de no acostarte con maquillaje y de hidratarte todos los días.
Cuido de mi salud mental. Esto debería de ser siempre tu prioridad número 1 a lo largo de toda tu vida. A los 30 sufrimos cambios drásticos, el cambio a la vida laboral, ser independientes, cambios de amistades, rutinas... A veces es difícil encontrarle sentido a todo lo que nos está pasando. Cada uno tiene su camino y su forma de enfrentarse al presente. Así que consejo número 1: No te compares con los demás. Consejo número 2: Si necesitas ayuda sólo pídela, buscando consejo profesional o pidiendo apoyo a un amigo. Recuerda que está bien no estar bien.
Rompí con mis malos hábitos. Hay cosas que hacemos de forma sistemática y que no nos aportan nada, o peor aún nos aportan cosas negativas como pasar tanto tiempo delante de una pantalla. Analiza tus hábitos del día a día y sustitúyelos por algún hábito más saludable.
Me mantengo en contacto y reconecto con viejos amigos. Muchas veces al centrarnos en nuestro camino nos desconectamos de los demás, nos dejamos absorber por nuestras rutinas y obligaciones, invertimos mucha energía en nuestra trayectoria profesional o una relación amorosa, muchas cosas que requieren nuestra atención... Así que intenta pasar tiempo de calidad con tus amigos antes de que tus días se vuelvan demasiado ocupados.
Hago cosas que me hagan estar orgullosa. Ya sea crear un nuevo hábito, participar o probar cosas nuevas, aportar lo que puedas a la sociedad. Haz algo que sepas que te hará sentirte realizado y orgulloso de quien eres.
Me tomo mi tiempo para agradecer. Eso ya lo mencionamos en algún que otro post. Dejarse llevar por el día a día hace que no paremos a pensar en las cosas pequeñas. Por eso, tomarnos un momento para agradecer todo lo que tenemos, lo que somos, lo que nos da el universo, la gente que os rodea o las experiencias que vivimos es crucial para mantenernos conectados con nosotros y nuestro entorno.
Duermo más y mejor. En la adolescencia nos olvidamos de lo importante que es dormir nuestras 8 horas porque disfrutamos de la noche y cuando empezamos a trabajar y tenemos obligaciones nos olvidamos de lo importante que es llegar a las 7 horas por la noche. Dormir es fundamental para el cuerpo, el cerebro y la salud mental. Cambiar tu ciclo de sueño puede ser muy difícil al principio, pero hay ciertas cosas que puedes hacer para conseguirlo y si ya duermes mucho quizá puedes mejorar la calidad del sueño.
Estoy buscando una pasión. Es importante fijarse metas, tener sueños. Es más fácil que hacerlo, ¿verdad? Encontrar lo que te apasiona puede ser un camino largo y abrumador. Pero no tienes que tenerlo hoy. Encontrar tu pasión es un camino, tan simple como perseguir un interés o estar abierto a probar cosas nuevas.
Mantengo un orden en mi día a día. Un orden en cuanto a rutinas nos da seguridad y estructura. Hacer limpieza de vez en cuando de las cosas que nos rodean y que no son físicas cómo amistades que ya no aportan, hábitos que se pueden simplificar o cuentas en redes que no nos hacen sentir bien nos hará más libres y sentirnos mejor. Conserva solo aquellas cosas que te dan alegría y que sumen a tu vida. Céntrate en lo que realmente importa y para mantener un orden mental dejar ir lo que no puedes controlar, lo que no depende de ti y perdona errores pasados.
Mantengo mis espacios ordenados y limpios. El desorden a veces puede causarte estrés. El orden, a parte de hacernos ganar tiempo, también nos da paz mental. Cada cosa tiene su lugar y será más fácil mantenerlo ordenado y limpio. Tu espacio en la oficina, en tu casa, tu coche, o tu taquilla del gimnasio son un reflejo de cómo estamos por dentro. Mantener un espacio vital ordenado y agradable nos hará mucho más felices y si no te gustan siempre puedes redecorar o reorganizar el hogar para que refleje tu personalidad.
Dedico tiempo a la lectura. Leer al menos un libro al mes es una excelente manera de desconectar de la tecnología y una forma fantástica de mejorar tu fluidez literaria, tu vocabulario y tus conocimientos. Y si todavía no tienes el hábito empieza por cosas pequeñas, el periódico, algún blog, un relato corto...
Practico la escritura consciente. Para mí, ¡esto es importantísimo! Mi diario es un lugar donde puedo liberar mis pensamientos y aclarar mis metas y sueños. Escribir tus pensamientos o reflexiones puede aliviar el estrés y la ansiedad. También te ayuda a despejar la mente y a sentirte renovado. Lo recomiendo muchísimo, yo además me he dado cuenta de que me quejo menos porque todas mis quejas las recoge el papel. Puedes probar el journaling.
No tengo prisa, lo que tenga que venir llegará. Mucha gente me comenta que a los 30 pensaba que ya estaría casado, con hijos, ocupando un puesto muy relevante en una empresa o viajando por todo el mundo. Pero no necesitamos tenerlo todo resuelto, hay mucho por lograr y explorar. Solo recuerda que todo saldrá bien en su momento. Aprende a vivir a un ritmo sostenible, a tener tus propios ritmos.
Aprendí a comer de forma saludable. Si el primer punto era aprender a cocinar, este punto trata de que aprendas sobre las etiquetas de los productos o alimentos, que consumas cosas de temporada, que comas sólo lo que realmente necesites ya que comer de más nos quita energía. Comer sano, de forma consciente y no restrictiva. Invierte en ti y en tu salud.
Viajo todo lo que puedo. Viajar fuera del país donde vives es una experiencia increíble, ¿y por qué no vivirla desde joven? Aprendes muchísimo sobre diferentes culturas cuando viajas a un país. Puedes crear recuerdos, salir de tu zona de confort con amigos, familia o solo.
Tengo un trabajo que no me roba la paz mental. Ya voy estableciendo mi trayectoria profesional y sé lo que quiero y lo que estoy buscando. Da miedo, pero es fundamental para tu futuro. Conseguir un trabajo real, que se adapte a tus aspiraciones y tu estilo de vida te enseñará muchas cosas. Cómo quieres que sea tu futuro y, dado que aún tienes la opción de reinventarte, es importante informarte bien sobre el trabajo y explorar otros que te puedan interesar. Tener un trabajo que, al menos, no robe tu paz mental sabiendo que todos los trabajos tienen su parte buena y su parte mala.
Siempre estoy creando algo. Incluso si piensas que no eres una persona creativa, nunca sabrás de lo que eres capaz a menos que lo intentes y pases por el proceso. Quizás descubras una aptitud para la cerámica, la pintura, escribir un libro…
Moverme o hacer ejercicio físico. Todo vale para mantener el cuerpo activo. Hacer ejercicio regularmente mejora la salud física y mental, fortalece el corazón, aumenta la energía y reduce el estrés. Mantenerse activo previene enfermedades, mejora la postura y el ánimo, fomenta la disciplina y ayuda a disfrutar de una vida más plena y saludable. Moverse o hacer ejercicio por salud y placer.
Aprendí a decir que no cuando realmente no me apetece. Aprender a decir que no y poner límites sanos es fundamental. Decir “no” con claridad fortalece la autoestima y protege nuestro bienestar. Establecer límites sanos evita el desgaste emocional, promueve relaciones equilibradas y auténticas, y nos permite priorizar lo que realmente importa, viviendo con mayor libertad, respeto y tranquilidad personal.
Pago las facturas, multas, deudas e impuestos a tiempo. Pagar las facturas a tiempo brinda tranquilidad, evita intereses y deudas innecesarias. Una buena organización financiera permite aprovechar mejor los recursos, mantener estabilidad económica y construir un futuro más seguro. La disciplina en los pagos refleja responsabilidad y cuidado personal.
Soy puntual. Lo único que perdemos en esta vida y no vuelve es el tiempo. Ser puntual demuestra respeto hacia los demás y fortalece la confianza. Valorar el tiempo propio y ajeno genera orden, eficiencia y mejores relaciones. Cumplir con los compromisos a la hora indicada refleja responsabilidad, consideración y una actitud profesional positiva.
Practico la escucha activa sin estar pensando en qué responder. Practicar la escucha activa fortalece la comunicación y enriquece las relaciones. Al prestar atención plena, sin anticipar respuestas, mostramos respeto y empatía. Escuchar de verdad permite comprender mejor al otro, generar confianza y construir vínculos más auténticos y significativos.
Cultivo un pequeño espacio verde (plantas de interior, un huerto urbano). Tener plantas cerca mejora el ánimo, reduce el estrés y purifica el aire. Su presencia genera un ambiente más relajante y acogedor, estimula la concentración y la creatividad, y fomenta una conexión más cercana con la naturaleza en el día a día.
Reduje mi consumo y soy más consciente con las compras. Reducir el consumo y comprar de manera consciente ayuda a cuidar el planeta y el presupuesto personal. Elegir solo lo necesario promueve sostenibilidad, evita desperdicios y fomenta hábitos responsables, valorando más lo que tenemos y nuestras decisiones diarias.
Desconecto regularmente el móvil. Reducir el uso de pantallas y redes sociales mejora la salud mental, disminuye el estrés y favorece el descanso. Dedicar tiempo a actividades reales potencia la creatividad, fortalece las relaciones personales y permite disfrutar más plenamente del presente.
Consumo menos alcohol y cafeína. Reducir el consumo de alcohol y cafeína beneficia la salud física y mental, mejora el sueño y la concentración. Mantener hábitos moderados protege el organismo, aumenta la energía natural y favorece un estilo de vida más equilibrado y consciente.
Esta lista refleja mi viaje de autoconocimiento y equilibrio, más que una serie de tareas. Espero que te guste y nos leemos pronto.


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